lunes, 5 de enero de 2009

Reflexiones de un domingo por la noche…

Hoy ha sido uno de eso días en los que me hubiese gustado volver a ser una niña.


Será porque me ha dado por pensar demasiado o quizás porque una parte de mí tiene miedo de lo que pueda pasar en los próximos meses, pero me he puesto a recordar esos años y las ganas de volver a ellos han venido con esos recuerdos…


Me alegra poder decir que mi infancia fue feliz: siempre digo que yo me he criado en un bar, el bar de mis padres ha sido mi segunda casa (ya no lo es porque mis padres lo traspasaron hace 3 años y llevo casi ese tiempo sin entrar en él) y está claro que eso ha sido determinante en mi vida y en mi forma de entender y valorar las cosas.

Por ese bar mis padres no me dedicaron tanto tiempo como a otros niños: no podían ir a buscarme al cole, no pasaban los sábados por la tarde conmigo… nunca me molestó, nunca sentí envidia de los demás, porque llegaba el día libre de mis padres (primero eran los lunes, después los martes) o llegaba el mes de julio en que cerraban el bar y nos lo compensaban con creces...Y también sé que hicieron lo posible por no perderse mis festivales de danza, mis fiestas en el cole…

Con el tiempo entendí que si mis padres se esforzaban tanto era para que mi hermana y yo no tuviésemos que pasar por lo que ellos pasaron, no me queda más que darles las gracias por todo.



Pero gracias a ese bar también he vivido cosas que otros niños no han tenido: el primer chico que me acompañó a casa fue un chico de 18 años rubio de ojos verdes…yo tenía 7 años y él era camarero en el bar de mis padres, me subió la bici a casa y todo!! Jajaja


También supe que jamás probaría el tabaco después de meterme una tarde en la hora crítica en la barra para ayudar a mi padre a lavar los vasos y casi ahogarme por el humo.


¿Cuántos niños pueden decir que tenían todos los helados que quisieran en verano? Yo tenía la cámara de Frigo a dos pasos y no tenía más que pedir permiso y atracarla xD Y más teniendo un padre que se comía los Calippos a bocados y que en verano después de cerrar el bar se subía a casa con un helado en la mano y dos más en los bolsillos…Así decía mi madre que a ella vender helados no le salía rentable!


Me gustaba comer en la cocina del bar, sentada en una caja de cerveza o de Coca-Cola y usando como mesa uno de los arcones que había, me gustaba jugar en el almacén moviendo las cosas de sitio, contando las cajas vacías y las que estaban llenas, me gustaba ayudar a mis padres a recoger el bar por las noches y hasta me hizo ilusión cuando me dejaron coger la fregona industrial (y cómo pesaba la dichosa fregona!)



Esos si que eran buenos tiempos: el mayor problema era que tu madre descubriese la última trastada que habías hecho, el mayor enfado que tu hermana te quitase algo, el mayor miedo era la oscuridad y que dieran las 12 de la noche en el reloj del comedor de tu casa y pudiera venir Drácula y chuparte la sangre (si, esos eran mis miedos jajaja), las únicas lloreras eran por los piques con tu hermana y las leches que venían después…



Luego fueron llegando las preocupaciones, las primeras lágrimas por la muerte de un ser querido, el dolor que te causan otras personas, los verdaderos problemas, el tener que tomar verdaderas decisiones y asumir el riesgo de equivocarte, las vueltas a la cabeza…


Con todo eso se va perdiendo la inocencia, se pueden perder incluso las ganas de sonreír, te vas olvidando de los buenos momentos y sólo te da por pensar en las cosas malas...

Por eso quizás, en noches como las de hoy, me gustaría volver a ser una niña.



Y sabiendo que ya vienen los Reyes Magos, que mejor que recuperar un poco de esa ilusión perdida con el tiempo y pensar que en el fondo, los problemas siguen siendo iguales que los que teníamos de pequeños, sólo que ahora les damos más importancia.


Feliz Noche de Reyes a todos, y espero que no os traigan carbón!

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Qué puntazo lo de los helados! Seguro que eras la envidia del barrio por eso :P Y por no halbar de lo del rubio con ojos verdes...
Pues ya sabes, a ser buena esta noche e irte a dormir prontito, que sino los reyes no pasarán por tu casa :)
Por la mía pasarán a eso de las 22 :)

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Hay que ver, a todos nos da por recordar la infacia en días como estos. Lo necesitamos. Me alegra saber que la tuya fue feliz dentro de un bar :) se puedeser feliz en casi cualqueir sitio si es el sitio en el que queires estar :)